martes, 18 de agosto de 2015

Mozambiqueando

Los días por África han estado muy ocupados últimamente. El viernes volvimos al orfanato de San José para celebrar la misa con las niñas, las hermanas y la gente del barrio. Los voluntarios decidimos que era buen momento para estrenar nuestros trajes africanos, así que entre capulanas y camisas nos dirigimos hasta allí. Una vez más fuimos recibidos por un millón de abrazos, besos y sonrisas, aunque esta vez íbamos con el corazón un poquito encogido, pues nos tocaba despedirnos de ellas ya que esta semana están de “ferias”.




Entre juegos, bailes y muchos abrazos nos tocó decir adiós, o quizás hasta luego, pero lejos de ser un momento triste se convirtió, como siempre que hemos estado con ellas, en un momento de disfrute, un regalo de Dios.

El sábado también tocó despedirnos de las hermanas Felipa sscc y Mercedes sscc, pertenecientes a la comunidad de la Escolinha, ya que el domingo comenzaron un retiro del que volverán cuando nosotros hayamos partido. No podemos más que dar gracias y gracias por su acogida, su disponibilidad y todas sus historias compartidas, son un ejemplo a seguir.

Por la tarde, después de un rato de reflexión enfocado a los bienes, el dinero y el consumismo, fuimos invitados por las hermanas de San José a compartir una oración y una cena en su casa, pues Jackelin sscc y Inmaculada sscc también se iban de retiro. ¡Por supuesto dijimos que sí! Así, disfrutamos de un precioso momento de oración, preparado por Maru sscc, donde nos invitó a pensar en la importancia de los encuentros, lo especial de ellos, y compartir alguno de los que hemos tenido durante estas semanas. Fue precioso escuchar el testimonio de cada uno y cómo, habiendo vivido lo mismo, lo hemos sentido de manera muy distinta. Después, con una cena a base de pizzas, patatas, cervezas y helados (Así no hay quien adelgace), cerramos el día de la mejor manera posible.




El domingo volvimos a repartirnos en distintas capillas para celebrar misa o compartir la palabra. Algunos tuvieron ciertos problemas técnicos con el coche, que se quedaba enterrado en la arena, pero con la fuerza, la buena voluntad y la ayuda de algunos caminantes, llegaron sin problema a su destino.




Esa tarde nos fuimos a una granja de cocodrilos donde había ¡más de 5000! Pudimos verlos a menos de un metro y gracias al guarda nos enteramos de muchas curiosidades, como que soltaban 10000 gallinas vivas a la hora de comer, encargándose los cocodrilos del resto.





El domingo nos fuimos a la cama más temprano de lo normal, pero por un motivo más que justificado… ¡El lunes tocaba despertarse a las 4.00 de la mañana para irnos de viaje al Parque Kruger! Como imaginareis fue un momento único, pero eso ya es otra historia que contaremos más adelante.

Loreto 

5 comentarios:

  1. ¡Qué interesante y emotivo todo lo que contáis!! Gracias por compartirlo. ¿Las capulanas son las faldas? Os quedan ideales.
    Seguid disfrutando, ayudando, descubriendo y rezando.

    ResponderEliminar
  2. ¡Qué interesante y emotivo todo lo que contáis!! Gracias por compartirlo. ¿Las capulanas son las faldas? Os quedan ideales.
    Seguid disfrutando, ayudando, descubriendo y rezando.

    ResponderEliminar
  3. No os queda más que un poco de color en la piel pues el espíritu ya lo tenéis moçambiqueño y vuestros "trajes" ya os identifican.

    ResponderEliminar
  4. Seguimos rezando mucho por vosotros aquí y echandoos mucho de menos ! No sabeis lo bien que os esta sentando Mozambique! ! Un beso enorme . Seguid llevando alegría

    ResponderEliminar
  5. Seguimos rezando mucho por vosotros aquí y echandoos mucho de menos ! No sabeis lo bien que os esta sentando Mozambique! ! Un beso enorme . Seguid llevando alegría

    ResponderEliminar