viernes, 14 de agosto de 2015

Sobre el día a día

Nueve días, ya estamos en la recta final. Esta semana empezó de una forma distinta, lunes de shopping en la ciudad de Maputo. Gracias a la ayuda de nuestra personal shopper, la hermana Felipa, disfrutamos de un día entre capulanas y batukis. Una vez más los ritmos de África son distintos, más de una hora para esperar una merecidísima hamburguesa y compras eternas con nuestros regateos. No tardamos en hacernos notar con nuestros gritos en “portuñol”. Les hicimos el agosto con nuestras pescas.





El resto de los días hemos seguido con la rutina habitual de escolinha y biblioteca (ya podemos decir que queda inaugurada la mayor biblioteca de Boane), pero además hemos tenido unas nuevas actividades. Por las mañanas hemos empezado a preparar una iglesia para pintarla, donde nuestra seguridad vital ha brillado por su ausencia una vez más con andamios de mala muerte, y por la tardes hemos creado distintos juegos y manualidades con los niños del barrio Tedeco. La acogida fue mayor de lo que pensábamos, los primeros minutos llegaban tímidamente en pequeños grupos pero tras animarse vinieron en estampida más de 100 niños. Nos han recordado que no hace falta grandes cosas para divertirse (un balón, un puñado de lápices, un aro…), la importancia de la familia al ver a niños cargando a sus hermanos cuando no le sacaban más de un palmo y el sentido del clan en el que todos se conocen y cuidan unos de otros.

Hemos tocado la realidad más dura de África en su lucha contra el SIDA. Reconocer la enfermedad supone un acto de valentía, vencer el miedo al futuro incierto, al rechazo social y el temor al contagio de sus seres queridos. A diferencia de muchos países pueden acceder de forma gratuita a los medicamentos, pero el gran paso que supone afrontar el problema es algo más difícil de superar.

Por último hoy hemos tenido la oportunidad de conocer una de sus muchas tradiciones, la celebración de cumpleaños con el aniversité de Willy. Empezamos cantando cumpleaños feliz en la eucaristía y terminamos con la celebración en la comida. Es tradición hacer una pequeña procesión con distintas ofrendas: el bolho (tarta), el vino, galletas, regalos… mientras bailamos y cantamos.

Ha sido una semana para brindar: “Chin chin chin chin oh lala”

María R

María C

4 comentarios:

  1. Qué alegría ver la alegría (valga la redundancia) que estáis rapartiendo por esos lugares. La iglesia quedará nueva después de pintarla, y la IGLESIA saldrá renovada con vuestro trabajo. Feliz resto de estancia. Ya os queda menos. ÁNIMO CAMPEONES.

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  2. Me gusta cómo está contado: nos hacéis sentiros cerca y que nos preocupe una realidad de herman@s nuestr@s de los que gracias a vosotr@s nos empieza a interrogar su realidad. Gracias por compartir.

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  3. Me gusta cómo está contado: nos hacéis sentiros cerca y que nos preocupe una realidad de herman@s nuestr@s de los que gracias a vosotr@s nos empieza a interrogar su realidad. Gracias por compartir.

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  4. lembro-me muito bem dos lugares onde passais, o sino da igreja foi uma oferta de uma senhora aqui de Lisboa e foi uma arte poder colocá-lo Alberto espero encontrar-te na assembleia Amanha vou uma semana para Malaga.

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