Nueve días, ya estamos en la recta final. Esta semana empezó
de una forma distinta, lunes de shopping en la ciudad de Maputo. Gracias a la
ayuda de nuestra personal shopper, la hermana Felipa, disfrutamos de un día entre
capulanas y batukis. Una vez más los ritmos de África son distintos, más de una
hora para esperar una merecidísima hamburguesa y compras eternas con nuestros
regateos. No tardamos en hacernos notar con nuestros gritos en “portuñol”. Les
hicimos el agosto con nuestras pescas.
El resto de los días hemos seguido con la rutina habitual de
escolinha y biblioteca (ya podemos decir que queda inaugurada la mayor
biblioteca de Boane), pero además hemos tenido unas nuevas actividades. Por las
mañanas hemos empezado a preparar una iglesia para pintarla, donde nuestra
seguridad vital ha brillado por su ausencia una vez más con andamios de mala
muerte, y por la tardes hemos creado distintos juegos y manualidades con los
niños del barrio Tedeco. La acogida fue mayor de lo que pensábamos, los
primeros minutos llegaban tímidamente en pequeños grupos pero tras animarse
vinieron en estampida más de 100 niños. Nos han recordado que no hace falta
grandes cosas para divertirse (un balón, un puñado de lápices, un aro…), la
importancia de la familia al ver a niños cargando a sus hermanos cuando no le
sacaban más de un palmo y el sentido del clan en el que todos se conocen y
cuidan unos de otros.
Hemos tocado la realidad más dura de África en su lucha
contra el SIDA. Reconocer la enfermedad supone un acto de valentía, vencer el
miedo al futuro incierto, al rechazo social y el temor al contagio de sus seres
queridos. A diferencia de muchos países pueden acceder de forma gratuita a los
medicamentos, pero el gran paso que supone afrontar el problema es algo más
difícil de superar.
Por último hoy hemos tenido la oportunidad de conocer una de
sus muchas tradiciones, la celebración de cumpleaños con el aniversité de
Willy. Empezamos cantando cumpleaños feliz en la eucaristía y terminamos con la
celebración en la comida. Es tradición hacer una pequeña procesión con
distintas ofrendas: el bolho (tarta), el vino, galletas, regalos… mientras
bailamos y cantamos.
María R
María C
Qué alegría ver la alegría (valga la redundancia) que estáis rapartiendo por esos lugares. La iglesia quedará nueva después de pintarla, y la IGLESIA saldrá renovada con vuestro trabajo. Feliz resto de estancia. Ya os queda menos. ÁNIMO CAMPEONES.
ResponderEliminarMe gusta cómo está contado: nos hacéis sentiros cerca y que nos preocupe una realidad de herman@s nuestr@s de los que gracias a vosotr@s nos empieza a interrogar su realidad. Gracias por compartir.
ResponderEliminarMe gusta cómo está contado: nos hacéis sentiros cerca y que nos preocupe una realidad de herman@s nuestr@s de los que gracias a vosotr@s nos empieza a interrogar su realidad. Gracias por compartir.
ResponderEliminarlembro-me muito bem dos lugares onde passais, o sino da igreja foi uma oferta de uma senhora aqui de Lisboa e foi uma arte poder colocá-lo Alberto espero encontrar-te na assembleia Amanha vou uma semana para Malaga.
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